La red privada de escuelas infantiles se moviliza para evitar su cierre
Por Laura Gómez Lama
La bajada en la natalidad, el intrusismo profesional, el teletrabajo, la pandemia y, ahora, la creación de nuevas plazas públicas de 0-3 amenazan con ahogar un sector necesitado de unas ayudas de las que ha sido excluido.
Hace unas semanas, el gobierno liderado por Díaz Ayuso, anunciaba, para el próximo curso 2022-23, la creación de alrededor de 2.000 nuevas plazas 0-3 en 46 centros públicos de la Comunidad de Madrid. Pese al objetivo común del sector de universalizar la Educación Infantil, en ambos ciclos, esta medida ha puesto en pie de guerra a quienes han venido haciéndose cargo hasta ahora de la atención al primer ciclo, es decir, las escuelas infantiles privadas que llevan años entregadas al desarrollo de los niños de 0 a 3 años, luchando por poner en valor la labor educativa que realizan, más allá del cuidado que requieren estas edades, y a quienes se ha excluido de los Fondos Europeos, a pesar de estar inmersas en un proceso de readaptación, como consecuencia de la pandemia, que ha dejado ya sin trabajo a gran parte del sector 0-3.
Por este motivo y ante el riesgo de cierre al que se ven condenadas muchas escuelas infantiles privadas, la Federación Nacional de Centros de Educación Infantil (FENACEIN) ha convocado una manifestación este mediodía en la plaza de España, de Madrid, en la que han participado profesionales llegados de diferentes puntos de España y la Asociación de Centros Autónomos de Enseñanza Privada (ACADE), un colectivo que denunciado en varias ocasiones la situación que atraviesa el sector: “La pandemia fue un desastre, con una ausencia total de ayudas efectivas, lo que aceleró el problema, ya existente para las escuelas infantiles, de la bajada de natalidad y del intrusismo”, explica Ignacio Grimá, presidente de la sectorial de escuelas infantiles privadas de ACADE.
Una de las autoridades presentes en la movilización ha sido la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, quien ha mostrado su apoyo al sector: "Dado que no están naciendo más niños, quizás lo que tenemos que hacer no es crear nuevas plazas, sino ayudar a las familias económicamente para que podamos ser nosotros los que elijamos el mejor proyecto educativo para nuestros hijos. Yo he tenido que conciliar y vengo por las que han sido educadoras de mis hijas, porque me han ayudado a mí y, sobre todo, a mis hijas. Efectivamente, tenemos que incluir a las escuelas privadas, porque han venido desarrollando proyectos educativos de éxito, porque pueden coexistir todos los modelos educativos y por todas estas mujeres que están hoy aquí y que han estado educando a nuestros hijos con amor y sustituyéndonos a las madres cuando hemos tenido que trabajar. Yo creo que por reconocimiento a esa labor y porque les avala la experiencia, hay que apoyar tanto la igualdad como la libertad, que no tienen por qué estar reñidas".
Así respondía Villacís a la solicitud de Denise Zaruk, directora del grupo de escuelas "El Mundo de Mozart", en representación de todas las "compañeras que llevan años dedicando su vida, hipotecando sus familias y a veces hasta a sus hijos para cuidar y educar a los niños de miles de españoles para que puedan salir a la calle a ganarse el pan. Necesitamos que se tenga en cuenta a la red privada, casi todas somos mujeres y madres y todos queremos sacar adelante España".
La creación de nuevas plazas de 0-3 en colegios públicos no solo será en la Comunidad de Madrid, pues son fruto de los fondos europeos del Gobierno central para crear un total de 65.000 plazas en las diferentes comunidades autónomas. Es por ello por lo que a esta lucha se han sumado diversos colectivos repartidos por toda España que, incluso, se han organizado en diferentes autobuses para viajar a la capital y estar presentes en la marcha.
Desde ACADE ya han manifestado a los gobiernos central y regionales su disconformidad sin respuesta efectiva. Para estos colectivos, se trata de una discriminación, ya que las ayudas únicamente están siendo concedidas al sector público, cuando el 20% de los centros de Educación Infantil privados se vieron obligados a echar el cierre el curso pasado. Según sus cálculos, la escolarización en el sector público de los niños de 0 a 3 años supondrá el cierre de 4.500 escuelas en todo el país y la pérdida de 40.000 empleos, de los que el 90% corresponden a mujeres.
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