ACTIVIDAD: ESTRELLA DE NAVIDAD
por Laura Gómez Lama

Esta actividad está dirigida a maestros y padres que quieran fomentar el espíritu sostenible en los niños, el conocimiento sobre el entorno y la creatividad y destreza motriz, además de pasar un rato agradable creando y hablando con ellos.

Primera sesión

Primero explicamos el proyecto en clase (en asamblea) o en casa (por ejemplo, durante el desayuno), hablamos de lo que vamos a crear y cómo lo vamos a hacer. Para ello, presentamos los materiales que vamos a utilizar (cuerda natural y palos recolectados) y hablamos de lo que vamos a tener que conseguir nosotros mismos del entorno más próximo, poniendo ejemplos de los pequeños tesoros naturales que podemos rescatar del suelo, que podrían quedar genial como adorno en Navidad: piñas, hojas secas, vainas, castañas... También damos algunos consejos a los niños como que, para que la estrella salga más o menos proporcionada, deben coger palos de un grosor y largo similar, o bien, un poco más largos pero que se puedan luego romper para dejarlos todos iguales, por lo que no deben ser ni demasiado gruesos ni demasiado finos, para que no se quiebren al manipularlos, o no deben coger las porquerías que deja tirada la gente que no respeta a ni a la naturaleza ni a los demás. Por último, reflexionamos sobre el porqué de esta actividad, que crea una decoración Navideña que no va a contaminar el planeta, que nace de los recursos del entorno y que volverá a formar parte de él, pasada la Navidad. 

Después, durante la mañana, para aprovechar las horas de luz, o a primera hora de la tarde, salimos a recolectar el material al parque, al patio del colegio o al jardín de casa. Cualquier lugar donde haya árboles y plantas es ideal. Supervisamos la recolección de palos y damos libertad para que cada niño elija el tamaño de sus palos y, por tanto, de su estrella. También aprovechamos para hablar y resolver dudas que surgen sobre las estaciones y el otoño, de por qué unos árboles pierden sus hojas y otros no, de cada uno de los frutos y semillas que podemos encontrar por el suelo en esta época, así como su función en el ecosistema...

Segunda sesión

Una vez que tenemos todo el material a mano, lo primero que vamos a hacer es practicar cómo se hacen los nudos. Uno por uno, cada niño va a demostrar su destreza motriz y, dependiendo de la edad de los alumnos o de las habilidades ya adquiridas por cada cual, habrá que dedicar más o menos tiempo a practicar. 

En el caso de que la habilidad esté ya adquirida por todos los niños, tras un ensayo previo, para asegurarnos, nos ponemos manos a la obra. Vamos a hacer dos triángulos con palos, atando estos por sus vértices. Una vez realizados, para lo que hay que poner en práctica una gran dosis de paciencia por parte de los niños, se superponen, uno del derecho y otro invertido, formando una estrella y atándolos con cuerda y nudos allí conde los dos triángulos se toquen.

¡Ya está nuestra estrella de Navidad! Ahora solo queda adornarla como más le guste a cada uno. Se puede dejar tal cual, o pintar con tintes naturales. Se puede dar toques de pincel mojado en agua y colorante alimenticio o bien entrelazar ramitas, colgar, con cuerda, unas castañas o piñas en hilera... Consiste en poner delante todo lo que hayan recolectado y puedan utilizar sin contaminar, y dejar volar la imaginación de cada niño.

Beneficios de la actividad


  • Fomenta la creatividad y la imaginación.
  • Conocimiento del entorno a través de la propia experiencia y la manipulación.
  • Desarrollo del pensamiento resolutivo, la concepción de un proyecto a partir de los elementos del entorno inmediato y la consecución de la idea.
  • Mejora la autoestima, llevando a cabo el reto que se le plantea y observando el resultado en la decoración de su clase o de su casa.
  • Ejercita la motricidad fina en la práctica de hacer nudos.
  • Desarrolla la conciencia sostenible, valorando la importancia de adaptar el entorno y usar sus recursos con el mínimo impacto ambiental, generando respeto hacia la naturaleza, sus recursos y su belleza.
  • Mejora la expresión oral durante la ejecución, ya que la conversación y el diálogo fluyen ante la curiosidad, la información y las preguntas de los niños.
  • Impulsa la expresión artística.
  • Propicia un momento de disfrute con sus compañeros y profesores, o con su familia (tiempo de calidad).






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